REDES

sábado, 18 de febrero de 2017

UNA HISTORIA REAL - ANGELES HUMANOS

Esta es una historia real que podría parecer sacada de un cuento. Espero que te agrade y te haga recordar quien eres de verdad.

El otro día, mientras caminaba calle abajo, vi a un chico que no pasaría de los 20 años sentado en el suelo y con la espalda apoyada en la pared.

De inmediato vi cómo mis guías ponían una luz sobre su cabeza y entonces supe que algo iba a pasar entre nosotros dos.

Entré al establecimiento al que me dirigía y compré algunos artículos. Al salir, pasé por delante del chico y nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos eran tristes y en ello se veía la desesperación. Era una persona con una Luz tan debilitada que parecía que iba a desvanecerse en cualquier momento.

Mientras me miraba me preguntó si le daría un par de monedas. Su mirada había perdido toda esperanza y el chico estaba seguro que yo pasaría de largo sin detenerme y mucho menos darle alguna moneda. Pero la luz encima de su cabeza me guio a decirle:  Claro que sí, déjame ver lo que llevo encima.

Abrí mi monedero y solo tenía un par de euros, se los di y él me lo agradeció. No obstante, yo sabía perfectamente que nuestro encuentro no había terminado aún.

Le pregunté: No tienes casa??

Él respondió: Sí, señora, tengo casa.

Yo pregunté: Dónde está tu familia??

Él respondió: Mis padres están ambos en prisión. Son del tipo de gente mala. Yo vivía con mi abuela pero ella perdió el trabajo y no podía mantenerme más. Yo no quería ser una carga para ella y por eso me marché de casa.

Yo le pregunté: Dónde duermes??

Él contestó: Primero estuve en un albergue, pero era un sitio que me daba mucho miedo. No me sentía seguro allí porque había mucha gente mal de la cabeza. Entonces intenté dormir en el parque, pero no me fue demasiado bien. Siempre tengo miedo de que alguien me haga daño. También pensé en dormir dentro de un autobús porque si pago un billete, tengo derecho a permanecer en el bus y no me podrán echar hasta que yo no decida salir.

Le pregunté: Cuántos años tienes??

Él dijo: Tengo 18 años.

Le pregunté: Y tienes algún plan?? Cómo vas a salir de esta situación??

Él respondió: Tengo algunos amigos en la otra punta del país que me han dicho que podría irme a vivir con ellos y encontrar un trabajo allí. Pero no tengo suficiente dinero para coger el autobús.

Yo pregunté: Cuánto cuesta el billete??

Él respondió: Sólo 40€ pero para mí es tan difícil alcanzar esa cantidad como si se tratara de 1000€.

Entonces pensé, 40€?? Solo eso?? Por 40€ este chico puede viajar donde tendrá un sitio en el que vivir y una familia que cuide de él??
Abrí mi monedero otra vez, sabiendo que no había esa cantidad de dinero, quizás esperando el milagro de encontrar unos billetes extra. Entonces me acordé que unos días antes había puesto 60€ en uno de los bolsillos de mi bolso por si me hacían falta. Los busqué y se los ofrecí. Toma le dije, aquí tienes tu billete de autobús.

Él contestó: Lo siento, pero eso es demasiado. El billete solo vale 40€. No los puedo coger.

Yo le respondí: Créeme, lo necesitas más que yo y me siento feliz de podértelo dar.

Entonces el muchacho se puso a llorar de manera bastante convulsa. Tomó el dinero con manos temblorosas y se levantó del suelo. Lloraba tanto que apenas podía hablar. Le di un abrazo largo mientras él seguía llorando. Cuando pudo articular palabra dijo: Señora, usted no se imagina lo que esto significa para mí. Aun no puedo creer lo que está pasando. Usted me ha salvado la vida, literalmente me la ha salvado.

Le pregunté: Cómo te llamas??

José Ignacio, respondió.

Mi nombre es María, le dije yo.

Él preguntó: Por qué ha hecho esto por mí, si no me conoce de nada??

Le respondí: Porque se lo pediste al Universo y el Universo te ha devuelto su contestación. Yo soy solo el canal por el que te ha llegado el pedido.

El muchacho respondió: Usted no se imagina lo que ha hecho por mí. Pensaba que iba a pasar muchos meses tirado en la calla, pero usted literalmente me ha salvado la vida. Usted es un ángel!!

Hablamos unos minutos más y el muchacho me dio un fuerte abrazo antes de despedirnos. Cuando me senté en el coche, vi a Juan Ignacio llorar de nuevo, pero esta vez eran lágrimas de agradecimiento y alegría. Mis ojos también se llenaron de lágrimas mientras le veía caminar hacia la estación de autobuses.

Desde el fondo de mi corazón agradecí el encuentro y la posibilidad de haberle podido ayudar de manera tan decisiva. 

A veces, estos pequeños actos que consideramos sin importancia pueden significar un cambio de vida crucial para una persona.

Tú también eres un ángel y tienes ahora mismo la posibilidad de ayudar a alguien a avanzar en su vida. No desaproveches las oportunidades que el Universo nos ofrece cada día para regalar a alguien necesitado una palabra de cariño o un momento de compañía a alguien que se encuentra sol@. Mostrar cariño a alguien que no lo ha tenido en mucho tiempo es, sin ninguna duda, una gota de positividad en un mar lleno de complicaciones.

Observa tu entorno mientras caminas por la vida y acércate a esas personas y animales con su luz debilitada. A menudo, un ligero aliento tiene el poder de avivar una llama. Estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros. La vida puede ser terrorífica para much@s de nosotros. Sé tú también un ángel e ilumina la vida de otr@.

2 comentarios:

  1. Noor nos encantaría y sería un privilegio que subieras a este maravilloso blog tus historias personales y anécdotas sobre tu camino en este sendero de la espiritualidad y el crecimiento! Muchas gracias Noor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De vez en cuando, en algun artículo, incluyo alguna pequeña anécdota y así podéis conocer más de mí. Aunque no tengo tantas, no creas, y una mayoria de ellas suelen estar relacionadas con mis viajes al otro lado porque esto forma parte de mi vida y trayectoria. Gracias por la sinceridad de tu comentario. Un beso.

      Eliminar

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: ESTE BLOG NO PROPORCIONA CONSEJOS MÉDICOS

La información que incluye este blog, tanto texto como imágenes, tiene solo fines informativos. Ningún material contenido en este sitio pretende ser sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico convencional.