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viernes, 20 de mayo de 2016

NUESTRA ELECCION DESPUES DE LA MUERTE - DIOS CANALIZADO (PROCESO IV)

Casi todas las personas que se están muriendo, no se están muriendo por primera vez y hablamos de una sola vida. Vamos a ver el desarrollo de semejante afirmación. 

Aconsejo leer antes los posts previos para una mejor comprensión. Os dejo los enlaces de la primera publicación de la serie y también la previa a ésta misma para facilitar la lectura. No obstante, sería oportuno leer antes todas las publicaciones anteriores pertenecientes a esta serie. 


Además, en este escrito se explica también quiénes son los ángeles y qué pueden hacer. Es muy interesante la explicación. 

Las palabras de Dios canalizado están en negrita para una mejor comprensión del diálogo. 

LA PREGUNTA SANTA DESPUÉS DE NUESTRA MUERTE

He estado esperando y esperando a poder hacerte esta pregunta. ¿Cuál es la Pregunta Santa?

Al final de tu vida, en lo que hemos descrito como la etapa tres de la muerte, se te hará una extraordinaria pregunta. Esta será la pregunta más importante que jamás se te haya preguntado, y tu respuesta será la declaración más importante que jamás hayas hecho y el mayor Momento de Elección Libre que jamás te hayas imaginado.

Es tan importante que todos los ángeles del cielo se pararán para escuchar lo que estás diciendo. Es tan importante que todos tus seres queridos se congregarán a tu alrededor para escuchar. Es tan importante que Dios Mismo estará presente cuando se formule la pregunta. En realidad él será el que haga la pregunta.

¿Cuál es la pregunta?

¿Quieres quedarte?

¿Perdón? ¿Se me va a preguntar si quiero “quedarme”? ¿Quedarme dónde? O sea, ¿quedarme muerto?

Sí. En términos humanos, en tu lenguaje, sí. Esa será la pregunta.

¿Quieres decir que podré elegir sobre eso?

Puedes elegir sobre cualquier cosa. Eso es lo que he tratado de hacerte entender desde el principio de nuestra conversación. Estamos ahora al final de un diálogo de diez años y todavía estás haciendo la misma pregunta.

Bueno, sé que puedo elegir sobre cualquier cosa en mi vida, lo que no sabía es que podía elegir sobre mi muerte. ¿Me estás diciendo que, si no quiero quedarme muerto, no tengo que hacerlo?

Eso es exactamente lo que te estoy diciendo.

Eso… eso no es posible. Eso no… eso va en contra de todo lo que he oído. No entiendo. ¿Se nos da a elegir a la hora de nuestra muerte entre “seguir o regresar”?

Así es. Esa es exactamente la elección que se te da.

La muerte es reversible.

Me siento aquí como si estuviera en una montaña rusa. Lo único que puedo hacer es agarrarme bien. ¿Qué me estás intentando decir ahora?

Todo el que “muere” puede tomar una decisión en cuanto a cómo desea seguir viviendo y dónde.

Qué forma tan interesante de expresarlo.

Es la única forma de expresarlo, porque así es exactamente como es. Recuerda, “La muerte no existe”.
No existe.

Cuando una persona hace eso que llamas morir, a esa persona siempre se le da a elegir: ¿Quieres experimentar que la vida que acabas de dejar continúa? ¿O quieres experimentar una realidad en la que tú continúas adelante, en dirección al reino espiritual?

¿Quieres decir que cualquier persona que muera tiene una oportunidad de “regresar a la vida”?

Sí. El alma puede, en su experiencia, “deshacer” la “muerte” por la que acaba de pasar.

¿Cómo? ¿Cómo demonios hace eso?

Simplemente le indica a Dios diciendo/ pensando/ sintiendo: “No quiero morir ahora. Quiero regresar”. A cada alma se le hace la pregunta: “¿Estás lista? ¿Deseas continuar?”. Esa es la pregunta más delicada. Se les pregunta a todas las almas que “cruzan” desde el mundo físico.

Si el pensamiento/sentimiento/respuesta es “Sí”, el alma sigue con su viaje al reino espiritual. Si el alma pide “volver”, el alma es “devuelta” al mundo físico al instante… llevando un nanosegundo antes de “morir”.

Eso es desconcertante. Es incluso un poco perturbador. Si esto es verdad, ¿Por qué alguien que verdaderamente amara a su familia no querría regresar? Quiero decir, por muy maravilloso que sea el cielo, y seguro que lo es –y todavía no me has descrito eso, todavía no me has dicho qué pasa en “el otro lado”-, estará siempre ahí, esperándonos. ¿No es medio egoísta quedarse ahí cuando sabes que puedes volver y que tus seres queridos están terriblemente desconsolados porque tú te has ido? No sé si puedo creer esto. Esto me deja sintiéndome… no sé… vacío.

¿Preferirías que no nos adentráramos en esto? La intención no era perturbarte.

Estoy seguro de que no, pero…entonces dime: ¿En qué consiste todo esto?

Es simplemente como he dicho: después de morir a cada alma se le da la oportunidad de permanecer en el Más Allá o de volver a la vida física de la que acaba de venir.

Sí, entiendo eso. Pero, por favor, dame más detalles. ¿Cuándo ocurre esto?

Ocurre después de que te disuelves en la Luz. Después del Momento de Fusión.

Bueno, eso no es muy justo. ¿Quién en la faz de la tierra puede competir con eso? ¿Por qué alguien querría volver a la vida física después de fusionarse con la Unidad? En serio.

En realidad, muchas, muchas, muchas almas lo hacen.

¿Qué? ¿Por qué? ¿Me estás diciendo que muchas almas preferirían volver a la tierra en vez de quedarse en el cielo? Eso no dice nada bueno del cielo.

Dice que el cielo es exactamente lo que imaginas que es: un lugar donde puedes tener todo lo que desees. Después de fusionarse con la Esencia, el alma entiende muchas cosas. Entiende que no hay cosas como el juicio y la condena. Entiende que es imposible que ocurra nada negativo en el Más Allá. Entiende Quién y Qué es el alma. Entiende el propósito de la Vida y el Proceso de la Vida. Entiende plena y completamente la naturaleza de la Realidad Última. Y entiende que el Más Allá estará siempre ahí, esperando, esperando, por toda la eternidad.

O, como alguien lo expresó una vez en el título de una película El cielo puede esperar.

Exactamente. Después de fusionarse con la Esencia, el alma entiende, esencialmente, todo lo que he estado diciéndote aquí. Pero ahora entiende estas cosas experimentalmente, no intelectualmente. Y entonces muchas almas sí eligen regresar a la vida física. De hecho, la mayoría de las almas lo hace, por lo menos una vez.

¿La mayoría de las almas lo hace?

Casi todas las personas que se están muriendo no se están muriendo por primera vez. Si eligen “quedarse muertas” esta vez, es porque se sienten realmente completas con lo que vinieron a hacer aquí. Por lo tanto, no les obstaculices su avance, no te enfades porque no hayan vuelto. Ya han vuelto a ti antes muchas veces para acompañarte. Muchas veces.

Estoy perdido aquí. Estoy perdido. Esta conversación me ha llevado a muchos lugares y yo he intentado seguirla hasta quedarme sin aliento. Creo que he hecho un buen trabajo, pero esto último se me escapa. Esto último está tan por encima de mi entendimiento que no creo que jamás pueda llegar a entenderlo.

Inténtalo.

No sé por dónde empezar.

Hazme una pregunta.

De acuerdo. ¿Qué quieres decir con que mis seres queridos han vuelto a mí muchas veces?

Quiero decir justamente eso. Quiero decir que tus seres queridos murieron y después volvieron a ti más de una vez, motivados por su deseo de estar completos contigo y con el resto de lo que eligieron llevar a cabo en su vida.

Mi madre murió y se fue. Nunca volvió. Mi padre murió y ahí quedó todo. Mi hermano se derrumbó sobre el volante de su coche mientras estaba conduciendo, y mi cuñada se las arregló como pudo para agarrar el volante y tirarse a la banquina y poner el pie sobre el freno para parar el coche. ¡Y mientras lo hacía la mitad de su cuerpo no funcionaba como debía, a consecuencia de un ataque cerebral que había sufrido!

Ahora, odio ponerme mundano sobre esto, pero si un alma puede regresar después del momento de su muerte, si tiene esa posibilidad, entonces lo menos que pudo haber hecho mi hermano fue regresar a su cuerpo el tiempo suficiente para maniobrar el coche hasta la banquina, antes de que alguien más muriera.

Esto es muy importante para ti, ¿Verdad?

Supongo que sí. ¿Estás ahí, como si nada, diciéndome que todos lo que han muerto pueden volver a la vida si quieren? ¿Me estás diciendo que mi madre y mi padre y mi hermano mayor, a quien yo adoraba, tuvieron la oportunidad de volver a nosotros, y todos la rechazaron? ¿Y supones que “esto no es muy importante para mí”? Eso es definitivamente el mayor abandono de todos los tiempos. El Padre de Todos los Abandonos.

Ya veo. Entonces es por ti, no por ellos.

¿Qué?

Alguien a quien amas muere, y tu preocupación es por ti, no por esa persona.

Oh, vamos, eso no es justo. Me acabas de decir algo muy difícil de aceptar sobre todo esto. Me acabas de decir que las personas que yo tenía más cerca en mi corazón tuvieron la oportunidad de regresar a sus desconsolados seres queridos y que todas dijeron que no.

Pero también dije que dijeron que sí más de una vez. Cuando se van y se quedan es porque realmente “terminaron” esta vez. Su partida final fue simplemente eso. Fue su Última Partida. Todas  las otras veces regresaron.

¿Qué otras veces? Yo no recuerdo que nadie “volviera”. Ninguno de aquellos de los que estoy hablando fue resucitado en el quirófano ni experimentó un retroceso repentino de su enfermedad ni nada parecido. Cuando se fueron, “se fueron”. Bum. Se fueron. Fin de la historia.

Tu madre “se fue” cuatro veces.

¿Qué?

Lo que tú llamas la muerte de tu madre es lo que ella llama su última muerte. No estás contando las otras muertes que tuvo antes.

¿Mi madre tuvo varias muertes antes? ¿Y volvió?

Déjame preguntarte algo. ¿Sabes si tu madre tuvo alguna “casi muerte”?

¿Alguna “casi muerte”?

Ocasiones en las que casi murió, pero se salvó por un instante.

Oh, ¿Quieres decir si estuvo “a un milímetro de la muerte”?

Exactamente, sí. ¿Sabes si tuvo alguna experiencia así?

No, no sé. Si la tuvo nunca me lo contó. ¿Por qué?

Te voy a decir ahora que tuvo cuatro. De esas cuatro, dos fueron después de que tú nacieras.

¿Me estás tomando el pelo? ¿Esto es real?

Muy real. Y deberías saber que no fueron ocasiones en las que “casi” murió. Fueron ocasiones en las que murió… y en todas esas ocasiones decidió regresar.

No lo puedo creer. ¿Qué me estás diciendo? ¿Por qué volvería?

No había acabado. No se sentía completa. ¿Sabías que casi se murió cuando tú naciste?

No, ¡nadie me dijo nunca nada!

Es verdad. En tu realidad presente, casi se murió como resultado de traerte a este mundo. En otra realidad, lo hizo. Entonces decidió volver. Decidió que quería criarte, no dejarte a merced del mundo. Así que regresó. En tu realidad se dijo que “casi murió”. Del mismo modo, hubo otras veces en que murió, fue al Más Allá, recordó lo que necesitaba recordar y eligió volver.

Después, cuando incluso el más joven de sus hijos (que eres tú) se hubo convertido en un adulto y estuvo bien encaminado en la creación de su propia vida, se murió “para siempre”. Aun así, entonces era joven, sólo un año mayor de lo que eres tú ahora, más o menos. Pero había acabado, verdaderamente, estaba completa. No tenía ninguna otra razón para volver. Era hora de descansar y de disfrutar su próxima experiencia, lo cual era, en una frase, la oportunidad de avanzar al próximo nivel en su propia evolución. Ya ha hecho eso. Ahora es lo que podría llamarse ángel. Está ayudando a los demás, como hizo siempre.

No me sorprende ni siquiera un poco. ¿Y qué paso con mi padre? ¿Dónde está?

No creo que sea aconsejable, ni siquiera beneficioso, meterse en el viaje y estatus de cada una de las almas que han poblado tu vida. El alma y la esencia de lo que tú has llamado tu padre encontró la felicidad total y la paz completa tras su muerte, de eso puedes estar seguro. Todas las almas lo hacen. No hay ninguna que no lo haga.

Un segundo. Una cosa que dijiste sobre mi madre me hizo pensar en algo ¿Volverá alguna vez a la forma física? Pensé que habías dicho que el proceso de pasar del reino espiritual al mundo físico y de vuelta al reino espiritual era eterno y duraba para siempre.

Lo dije. Y así es. No dije que tu madre no haya vuelto a la forma física. Dije que es un ángel.

¿Los ángeles son físicos?

Los ángeles son cualquier cosa que quieran ser. Si quieren ser físicos, pueden ser físicos. Si quieren ser puro espíritu, pueden ser puro espíritu. Los ángeles viajan entre dos mundos. Hay ángeles todo a tu alrededor. Algunos de ellos en forma física, alguno de ellos en forma espiritual.

¿Podría alguno de ellos ser mi madre?

¿Tú que crees?

Creo que sí. A menudo la he sentido a mi lado. Pensé que me lo estaba imaginando. Pensé que no era real.

Piensa otra vez.

¿Y mi padre?

Él te ayudó a escribir este libro. ¿Piensas que es pura coincidencia que hayas llegado a darte cuenta de esto el día de su cumpleaños?

Oh, Dios mío, es su cumpleaños! He estado pensando en él todo el día, y estoy escribiendo esto el 29 de Junio, el día de su cumpleaños…¿Es posible semejante coincidencia?

Tu padre dice: “La respuesta es obvia”.

Está bien, está bien, suficiente. Me está dando escalofrío, porque eso es exactamente lo que él diría. Entonces, ¿Qué te parece si seguimos avanzando aquí? Dime, ¿Cómo llega uno a ser un ángel? ¿Cómo se consigue un ascenso?

No eres “ascendido”. No se trata de avanzar por el escalafón. No se trata de que unas almas sean de alguna forma “mejores” que otras.

Bueno, podrían estar más avanzadas en el camino.

¿Quién está “más avanzado” en un círculo?

Pero pensé que habías dicho…

Escúchame. Te estás moviendo a través de un ciclo sin fin. No hay principio ni hay final. No eres “mejor” ni “peor” que cualquier otra alma en el cielo. El ciclo entero es santo y tú simplemente estás donde estás.

Una de las dificultades que han creado los humanos en la tierra es que muchos tienen esta idea de “mejor”. Es “mejor” ser musulmán o es “mejor” ser mormón o es “mejor” ser judío o bahaí o cristiano, o es “mejor” ser hombre o mujer, o conservador o liberal, o francés o italiano, o negro o asiático o blanco, o miembro de los Crips o miembro de los Bloods (dos pandillas de los Angeles), o lo que sea.

Lo han diseñado para que uno de ustedes sea mejor que el otro, y simplemente no es así.

Pero tengo una pregunta razonable, entonces. Si no tiene que ver con ser “ascendido”, si no tiene que ver con “avanzar”, ¿Cómo consigues ser un “ángel”?

Eliges ser un ángel.

¿Pueden los ángeles elegir dejar de ser ángeles?

Por supuesto que pueden, y lo han hecho. Puedes ser un ángel por un tiempo y después no ser un ángel. Después puedes decidir ser un ángel otra vez. Puedes ir por ahí en ciclos, puedes ir por ahí dando curvas, puedes viajar en espiral, te puedes mover en línea recta, puedes “estar en el cielo” durante eones, puedes volver a la tierra al segundo siguiente, puedes hacer lo que quieras.
¿Tienes alguna idea de Quién Eres?

Me lo estás tratando de decir ahora, y veo que me estoy resistiendo. 

Tú eres Dios.

Yo soy tú, simplemente haciendo que me recuerdes.

¿Y yo también he “vuelto a la vida”?

Bueno, déjame preguntarte esto: ¿Has tenido ocasiones en las que parecía como si hubieras “estirado la pata”?

Claro que sí. Creo que sé a qué tipo de cosas te refieres y sé que he tenido ocasiones como ésas.

Por supuesto que las has tenido. ¿Te gustaría que te las describiera?

No, no sé de cuáles estás hablando…

Hay una de la que puede que no sepas. Una que quizás no recuerdes. Fue nada más nacer. Eras prematuro. No pesabas ni dos kilos. Nadie esperaba que vivieras.

Pero lo hice.

La segunda vez, sí.

¿Disculpa?

La segunda vez, viviste. La primera vez, no.

Hombre, ya nos estamos saliendo del mapa otra vez. Nos hemos salido del mapa.

Después de morir la primera vez, indicaste que no te sentías completo con lo que te habías ido a experimentar al mundo físico.

¿Y qué era eso?

Dar a los demás. Querías experimentar dar a los demás. Querías experimentar amar. Lo hiciste lo mejor que pudiste, al morir, pero al final sentiste que no era suficiente. Querías experimentar más.

Espera un momento. ¿Me morí al nacer para dar a los demás?

Contribuiste completamente al plan de tu madre y al de tu padre. En ese momento diste la única cosa que podías dar, la vida misma, para contribuir completamente a los planes de tus padres.

¿Cuáles eran sus planes?

Te lo revelarán ellos mismos cuando sea el momento. Y ese momento llegará. Yo te puedo hablar sobre tu propio plan, sin embargo, en cualquier momento. Tu plan en esta vida es experimentar cómo amar. Sin egoísmo. Completamente. Hiciste eso en el primer momento de tu vida. Diste tu vida por otro. Pero, como ya dije, tu experiencia de dar no te pareció completa. Querías dar más. Querías seguir dando. Así que saltaste de realidad.

¿Perdón?

¿Recuerdas cuando hablábamos antes sobre la posibilidad de alternas realidades? Cuando “mueres” y cuando “regresas”, lo que haces en realidad es simplemente mover tu ser consciente a una realidad alternativa. En esa realidad experimentas el momento de tu “muerte” otra vez, pero esta vez no mueres, vives. 

En algunos casos, a lo que se parece eso es a una “casi muerte”. En otros casos podrías ser una recuperación sorprendente o una remisión repentina de una enfermedad. Es como ser insertado en la Línea del Tiempo en los momentos o semanas previos a tu “muerte” y entonces colocar una aguja que desvía el tren, mandándolo por otra vía. Esto es lo que hiciste las otras veces también. Las veces que sabes, las veces que recuerdas. En cada uno de esos momentos - ¿los recuerdas?- tú pensaste que te ibas.

Sí, eso pensé.

Y tenías razón. Te ibas. Quiero decir, te fuiste. Te marchaste.

¿Estuve muerto?

Todas las veces.

Esto me está desconcertando realmente. ¿He estado muerto?

Completamente muerto.

Y sin embargo aquí estoy, aquí mismo, ahora mismo.

¿Qué?, ¿Piensas que los gatos son los únicos que tienen siete vidas? Sí, estuviste lo que llamas muerto todas esas veces. Pasaste por todas las etapas. Por aquella época de tu ida habías oído el “infierno” y tú mismo te creaste tu propio “infierno” y pasaste por esa experiencia. Después llegaste a un lugar de recordar. Entonces recordaste que el “infierno” no existe. Entonces creaste algo más, algo mucho más agradable, pero no estabas satisfecho. Después te encontraste conmigo, en el momento de la Inmersión Total. Entonces tuviste tu Recuerdo de la Vida. Y después yo hice la Pregunta Santa y tú decidiste volver. Dijiste que no te sentías “completo”.

Ahora entiendo mucho mejor una nota que alguien me mandó hace unos meses. Ahora esto sí tiene sentido. Completamente. Entonces, las “casi muertes” son realmente “reposiciones” o “reestrenos” con un nuevo final. Qué idea. Una segunda oportunidad. Una oportunidad para terminar, para llegar a la plenitud, para hacer lo que vinimos a hacer aquí.

Sí.

¿Y he estado muerto tres veces anteriormente?

Cuatro veces. No te olvides de tu muerte al nacer.

¿Y volví incluso cuando era un adulto? ¿Después de todo ese vivir?

Dijiste que había mucho que querías hacer, mucho que todavía querías experimentar. Dijiste que querías ser mejor con tus hijos. Dijiste que querías experimentar amar a las mujeres que te amaban, en vez de maltratarlas. Dijiste, sobre todo, que querías cambiar las ideas que tiene el mundo sobre Dios y sobre la vida.

¿Qué tiene que ver la última parte con recordar cómo amar?

Dijiste que te habías dado cuenta de que, una vez que el mundo recordase quién y qué es Dios y cómo funciona la vida realmente, no le costaría nada a la gente recordar cómo amar y que todo el mundo amaría a todo el mundo, sin condiciones. Después de que recordaste qué había en “el otro lado”, después de que pasaste algún tiempo en el Más Allá, después de que te diste cuenta de que el “infierno” era una invención de tu imaginación (y que todo lo era) y, fundamentalmente, después de que me conociste, dijiste que querías ayudar al mundo a comprender algunas cosas. Pero primero, dijiste, tú necesitabas entender algunas cosas experimentalmente.

¿Cómo qué?

Te quedaste sin techo a los cuarenta y nueve, en la mitad de tu vida. Creaste más compañeras de vida… y las dejaste, igual que hiciste con las anteriores. A través de estos mecanismos aprendiste más sobre la traición, sobre tu propia capacidad para traicionar a otros, sobre qué se siente cuando otros te traicionan. Aprendiste un poco sobre el amor. Aprendiste mucho sobre el abandono. El abandono por parte de la Vida Misma. Estuviste ahí fuera, en la calle, viviendo a la intemperie, con una tienda de campaña por hogar, durante casi un año.

Aprendiste lo que era estar en la ruina. Tan en la ruina que un dólar te parecía mucho dinero y dos dólares una fortuna. Un día le diste a alguien dinero que no pensabas que podías permitirte dar. Te corazón se fue hacia alguien y simplemente le diste el poco cambio que tenías. Ese día aprendiste sobre la verdadera generosidad. También aprendiste que había “más, allí de donde venía eso”. Y esto fue un gran recordad. Descubriste de nuevo las provisiones interminables del universo. Muy pronto eras rico. Más rico de lo que jamás te hubieras imaginado.

Y empezaste a cambiar la mente del mundo sobre Dios. Y sobre la vida. Y sobre cada uno. Ahora tienes una relación mejor con tus hijos. Ahora estás incluso aprendiendo –de la forma difícil, todavía hiriendo a los otros, pero por lo menos estás aprendiendo- los primeros pasos de una nueva forma de amar. Ahora escribes libros y los vendes por millones. Ahora viajas por el mundo, hablando a miles de personas. Ahora estás en la radio y en la televisión, e incluso en las películas.

¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad?

¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad?

Te lo digo, tú elegiste todo esto.

Y, por supuesto, no has aprendido nada. El término aprendido es sólo una forma de hablar. Lo uso porque tú lo usas. Uso el mismo lenguaje que tú. Los dos sabemos que no has “aprendido” nada. Simplemente has recordado. Recordaste algo sobre el abandono, recordaste algo sobre la generosidad, estás intentando duramente recordar algo sobre el amor. Has traído a tu mente consciente todo lo que puedes recordar sobre eso que siempre has sabido en relación a Dios, en relación a la Vida, en relación a los otros. ¿De dónde piensas que viene todo esto?

¿De dónde pienso que viene todo el qué?

Todo lo que estás escribiendo aquí.

Supongo que pensé que venía de ti. Pensé que venía de Dios.

Viene de mí. Viene de Dios. Pero, ¿piensas que soy algo separado de ti, que te dice algo nuevo? Escúchame. Yo soy , simplemente haciendo que me recuerdes. Tus conversaciones con Dios han creado un espacio, han abierto una puerta, dejándote recordar lo que siempre has sabido.

Ahora, la pregunta final no es si continuarás recordando, sino si continuarás actuando como si no recordaras.

Continúa en...

LA REALIDAD ÚLTIMA DESPUÉS DE LA MUERTE (PROCESO V) 



fuente:encasacondios

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