REDES

jueves, 27 de febrero de 2014

AYUDANDO A SANAR ZONAS DEL PLANETA

Imagino que todos habéis participado de vez en cuando en algún tipo de meditación conjunta o individual donde el objetivo principal es simplemente mandar energía a alguien, o a algo, sea al planeta, sea a un familiar, sea a un evento, etc.
 
No os voy a descubrir nada nuevo explicándoos el poder que tienen este tipo de actos energéticos, a pesar de que una gran parte de nosotros no podamos ver el “efecto físico” que se produce cuando la energía ha sido recibida e integrada por el receptor de la misma.

En todo caso, una de las razones por las cuales os cuento esto es porque hay varias zonas del planeta que necesitan un pelín de ayuda, más de la normal, por decirlo así, porque lo que existe en esa zona en concreto, no se basta ni puede transmutar ciertas bolsas de energía negativa que se han acumulado en algunos puntos, y básicamente están pidiendo a gritos que alguien (la humanidad), les eche un cable.

En estos momentos, uno de los puntos más urgentes que hay que sanar en el planeta (¡hay muchos!) es una zona que hay en el Pacifico, donde no hay absolutamente nada, solo agua, de ahí, entre otras cosas, que hayan sido los “seres del mar”, vamos a dejarlo así, los que hayan pedido ayuda, pues al no haber seres humanos en ese área, no hay forma de anclar o hacer penetrar energías directamente que puedan transmutar la acumulación negativa que existe.

Esta zona se encuentra más o menos aquí donde os indico en el mapa:

Como ya podéis imaginar, esta acumulación etérica de una gran carga negativa proviene principalmente de una o varias pruebas atómicas realizadas por nuestros gobiernos en pequeños atolones del Pacifico, alejados de la vista de la gente, y precisamente por eso, no hay personas que puedan con su presencia física tratar de transmutar y aliviar ese punto, y las especies marinas que ostentan el mayor grado de nivel frecuencial y vibracional de la zona (delfines, ballenas, etc.), no pueden con ello.

Como se envía energía para transmutar

Es mucho más sencillo de lo que parece y todo el mundo que lo desee, cada uno a su libre albedrio, puede hacerlo en casa.

La visualización pasa por imaginaros el planeta delante vuestro, entre vuestras manos (o si tenéis una pequeña bola del mundo podéis sostenerla físicamente), y a la altura del cuarto chakra, el chakra corazón.  Luego es cuestión de empezar a respirar por el cuarto chakra, lo cual no significa nada más que imaginar que la energía entra y sale rítmicamente de este chakra, como lo hace por la nariz cuando respiráis físicamente, pero poniendo la intención de que realmente entre y salga energía de ese chakra. Luego solo hay que poneros a la Tierra delante del chakra por la zona a sanar, en vuestra mente si lo estáis imaginando, físicamente si lo tenéis en las manos, con una mano arriba y otra abajo, como sosteniéndola por ambos polos, y dirigir vuestra energía del cuarto chakra a ese punto de la Tierra. 

Anoche hice esto mismo durante unos 15 minutos, los primeros momentos son para trabajar en uno mismo y empezar a notar la energía entrando y saliendo del chakra (solamente hay que imaginarlo y poner la intención y el deseo que así lo haga) y luego el resto del tiempo es un bombardeo de esa energía hacia la zona del planeta con la orden, intención y convicción de que está llegando y esta siendo útil. No le deis muchas vueltas a la parte mental de si funciona o no, dejaros llevar, que SI que funciona aunque no podamos ir a comprobarlo in situ. 


Y así, entre otras cosas, les alegramos un poco la vida a todas las criaturas que están haciendo lo imposible por sanar la zona y tomamos un poco de responsabilidad a nivel de humanidad por lo sucedido. El planeta es nuestra casa y tenemos que cuidarlo.


fuente:DavidTopí

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: ESTE BLOG NO PROPORCIONA CONSEJOS MÉDICOS

La información que incluye este blog, tanto texto como imágenes, tiene solo fines informativos. Ningún material contenido en este sitio pretende ser sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico convencional.